Recientemente un grupo de madres porteadoras marchó hacia un centro comercial de Florida en señal de protesta hacia un acto de humillación pública a otra mamá y como apoyo hacia ella.
Erica Kalnins cargaba a su hija de 5 años en una mochila ergonómica en una tienda de joyería de fantasía, cuyo gerente les tomó una foto a sus espaldas y la difundió en redes sociales externando su desacuerdo por la edad de la niña, considerándola demasiado grande para ser cargada.
La pequeña no se sentía bien en ese momento pero pidió detenerse a comprar unos brazaletes así que Erica hizo una parada rápida en la tienda con sus dos hijos, el más pequeño de 1 año, y posteriormente se sorprendió al descubrir la foto circulando en internet siendo motivo de críticas, burlas y opiniones de todo tipo.
«Es completamente inaceptable que alguien haya tomado lo que hice al ir de compras con mis hijos y convertirlo en algo para causar heridas y dolor», dijo Kalnins acerca de las críticas que recibió, «se trata de que nosotras como mamás queremos llevar a nuestros hijos cerca porque no serán pequeños por mucho tiempo. Queremos mostrar a la gente que cargar a los hijos no es una cosa rara, es completamente normal, nos gusta cargarlos porque a ellos les gusta estar cerca y así nosotras tenemos ambas manos libres, es una cuestión de sentido común. Podemos hacer las compras y ellos no dañan tu tienda».
La lección principal es clara, llevar a los hijos cerca con portabebés (o no) es una elección de cada familia, nacida de los motivos que les funcionan y disfrutan, una elección que merece respeto, así como cada aspecto de nuestras maternidades… no tenemos que estar de acuerdo en lo que otros hacen, o dejan de hacer, para respetarnos. Si nuestros hijos necesitan afecto y cercanía, no hay razón ni edad para negarlo, y si el porteo es una de las muchas herramientas que podemos usar para proporcionárselos, qué maravilla, ya sea que tengan 5 días, 5 meses o 5 años.
Pero también hay una lección más profunda… para esa vayamos a nuestro interior: en una era de auge de redes sociales donde tenemos cierta forma de escudarnos tras una pantalla, es fácil juzgar. Es fácil tomar una foto de un extraño en la calle y publicarla con el fin de señalar algo con lo que no estamos de acuerdo, es fácil tomar un pantallazo de una conversación o foto ajena en nuestros dispositivos y difundir lo que reprobamos. Es fácil no tener que dar la cara. Sin embargo, esto sólo demuestra que hay gente que prefiere gastar sus energías en criticar y juzgar a los padres y madres de familia que crían a las siguientes generaciones; es difícil dejar de emitir juicios y ordenar los pensamientos que corren por nuestras cabezas antes de opinar, pero tenemos que ocuparnos de lo nuestro. A menos que un niño corra un riesgo REAL e inminente, si no compartimos el punto de vista del otro en su forma de crianza o en lo que sea, ¿no será mejor mantenernos al margen o buscar una forma menos agresiva de expresarnos?
La regla de oro: trata a los demás como quieras que te traten, brinda apoyo si está en tus manos darlo, regala una sonrisa empática a falta de palabras, piensa en un comentario amable o simplemente no digas nada si es que no hay nada bueno que decir. Todos estamos en el mismo tren de la crianza, y no es fácil el recorrido, construyamos comunidad entre nosotros.
¡Feliz crianza, feliz porteo!
-eu
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Reportaje del suceso (en inglés):